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- Gracias a los avances en el equipo y las técnicas de enseñanza, el kitesurf se ha convertido en una actividad deportiva apta no solo para adultos, sino también para niños a partir de los 7 años o con un peso mínimo de 35 kg.
- Enseñar kitesurf a los niños requiere un enfoque lúdico pero seguro. Las escuelas especializadas ofrecen cursos individuales o en grupo, con equipo adaptado, para garantizar la máxima seguridad y diversión.
- Aprender kitesurf desde temprana edad estimula el desarrollo físico, mejora la fuerza, el equilibrio y la coordinación, y además aporta beneficios psicológicos como la gestión del estrés, la perseverancia y la inclusión social.
Se puede aprender el arte del kite con seguridad y diversión, con el equipo adecuado y el método correcto
El kitesurf ha ganado popularidad en todo el mundo como actividad deportiva apta no solo para adultos, sino también para niños. Aunque pueda parecer arriesgado, el kitesurf se ha convertido en una práctica también accesible para los más pequeños gracias a los avances en el equipamiento y en las técnicas de enseñanza.
La historia del kitesurf comienza a finales de los años 70 y empieza a expandirse como deporte a principios de los 80, pero solo recientemente se han diseñado cursos y equipos específicos para niños.
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Aprender kitesurf: los primeros pasos para los niños
Enseñar kitesurf a los niños requiere un enfoque lúdico pero seguro.
Las escuelas especializadas, como nuestra escuela de kitesurf en Fuerteventura, ofrecen cursos diseñados para los más jóvenes, con el objetivo de enseñarles a manejar la cometa de forma segura y las técnicas de body drag, que permiten desplazarse en cualquier dirección sin necesidad de la tabla. Después de un poco de práctica, el curso puede incluir el uso de la tabla, siempre bajo la estrecha supervisión del instructor, quien guía al niño en cada fase del aprendizaje.
Las clases suelen ser individuales para que el instructor pueda dedicarse por completo al niño durante toda la sesión, permitiéndole “jugar” con la cometa y enseñándole las normas de seguridad y las reglas básicas del kitesurf. También existen clases colectivas, en las que los más pequeños pueden disfrutar en grupo (sin descuidar ni la técnica ni la seguridad).
El equipo utilizado se elige en función del peso y la altura del niño, y las clases se personalizan para adaptarse a las necesidades de cada pequeño alumno. La edad recomendada para empezar varía, aunque generalmente se comienza a partir de los 7 años o de un peso mínimo de 35 kg. Es importante que el niño sepa nadar bien y no tenga miedo al agua.
La seguridad es fundamental: los niños deben ir siempre equipados con el material de seguridad necesario, como casco, chaleco salvavidas y, en algunos casos, un dispositivo de comunicación impermeable.
Los padres pueden participar en el aprendizaje de sus hijos y asistir a las clases sin presionar al niño, manteniendo una actitud positiva y alentadora y permitiendo que aprenda a su propio ritmo.
Para garantizar la máxima seguridad y un aprendizaje eficaz, es fundamental que los niños estén bajo la supervisión de instructores cualificados, que además de enseñar con métodos de entrenamiento efectivos, utilicen equipos adecuados para la estatura y el peso de los jóvenes alumnos.
Por qué aprender kitesurf desde pequeños
Empezar a practicar kitesurf a una edad temprana ofrece numerosos beneficios.
El kitesurf no solo favorece el desarrollo físico, mejorando la fuerza, el equilibrio y la coordinación, sino que también aporta beneficios psicológicos: los más pequeños pueden aprender el valor de la perseverancia, la gestión del estrés y el superarse a sí mismos, mientras que la interacción con otros aficionados promueve la inclusión social y facilita la creación de amistades. Además, el contacto directo con la naturaleza y el entorno marino enseña a los jóvenes a respetar el medio ambiente y a entender la importancia de su conservación.
El kitesurf es una actividad que implica todo el cuerpo y ayuda a liberar tensiones, estrés y ansiedad, fomenta la interacción social y permite que los niños que comparten esta pasión puedan formar amistades.
En definitiva, el kitesurf para niños no es solo una forma divertida de pasar el tiempo libre, sino también una actividad que contribuye al desarrollo integral de los jóvenes practicantes, ofreciendo beneficios que van mucho más allá del aspecto físico. La práctica de este deporte inculca valores importantes como el respeto por la naturaleza, el trabajo en equipo, la perseverancia y la capacidad de superar las dificultades, cualidades que acompañarán a los niños también fuera del agua.
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En conclusión
¿Clases de kitesurf para niños? ¡Es posible! A través de cursos especializados y con una atención meticulosa a la seguridad, los niños pueden aprender las técnicas básicas del kitesurf, desarrollando habilidades que van más allá del deporte, como la confianza en sí mismos, la autonomía y el respeto por la naturaleza.
Un enfoque personalizado, con clases individuales o en grupos reducidos, asegura que cada niño pueda avanzar a su propio ritmo, en un entorno seguro y bajo la guía de instructores certificados. El uso de equipos adaptados a su estatura y peso, junto con una supervisión constante, permite a los jóvenes kitesurfistas disfrutar de la emoción del kitesurf sin renunciar a la seguridad.
Además, involucrar a los padres en el proceso de aprendizaje ayuda a fortalecer el vínculo entre padres e hijos, ofreciendo la oportunidad de compartir una experiencia única y enriquecedora. Elegir una escuela de kitesurf que adopte un enfoque específico para la enseñanza a niños, con instructores especializados y equipo adecuado, es fundamental para garantizar buenos resultados en los más jóvenes, ¡el futuro del kitesurf!
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Kitesurf para niños: preguntas frecuentes
¿A partir de qué edad pueden los niños aprender kitesurf?
Generalmente, los niños pueden empezar a aprender kitesurf a partir de los 7 años o cuando alcanzan un peso mínimo de 35 kg, siempre y cuando sepan nadar bien y no tengan miedo al agua.
¿Qué equipo de seguridad es necesario para los niños en kitesurf?
Los niños deben estar equipados con casco, chaleco salvavidas y, en algunos casos, un dispositivo de comunicación impermeable para garantizar su seguridad durante la práctica del kitesurf.
¿Cuáles son los beneficios de aprender kitesurf desde temprana edad?
Aprender kitesurf desde pequeños contribuye al desarrollo físico, mejorando fuerza, equilibrio y coordinación, además de aportar beneficios psicológicos como el manejo del estrés, la perseverancia y la inclusión social.